Estos días, mientras podaba los manzanos he disfrutado mucho con los aromas de menta y manzana ácida que se me aparecían en la nariz por sorpresa y también con la visita de pajarillos alrededor. Además de mirlos y urracas, que son muy fáciles de ver y de identificar en cualquier zona verde (y no tan verde) de España, habitan por la finca numerosos petirrojos y carboneros, también he visto una tarabilla y dos jilgueros.
Los petirrojos andan dando saltitos entre la leña vieja y las zarzas, son preciosos con sus ojos negros redondos y el piquito pequeño, pero también son muy fieros; el otro día vi a uno enfrentándose al perro, era cómico verle piándole y Bola mirándolo con indiferencia (pena no haber captado la imagen con la cámara).
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